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QUIENES SOMOS

IGLESIA CRISTIANA CAMINOS A SIÓN

En el año 1989, cuando el pastor Luis Barrios ministraba en una pequeña aldea en el interior de Guatemala, recibió una revelación del Señor que ministraría en un país de idioma diferente.  Vio el nombre del lugar, pero no sabía exactamente donde era, pues varias ciudades poseen el mismo nombre: Victoria. Seis años después, ministrando la palabra del Señor en New Orleans, USA., en la iglesia "Tabernacles of Christ Church", que el Señor le permitió fundar; recibió la visita de una hermana americana que vivia en Salvador, Bahia, Brasil.  Ella le pregunto si ya habia pensado en la posibilidad de ir al Brasil y ministrar la palabra del Señor, pero en aquel tiempo habia olvidado la visión y no consideró la posibilidad.

Tras dejar los Estados Unidos y regresar a Guatemala, el Señor le recordó aquella revelación que años atrás habia recibido.  Entró en contacto a través de una carta con la hermana americana que vivia en Salvador, y ella gentilmente respondió.  Sorprendentemente la dirección remitente decia: "Corredor de la Victória."  Consciente de lo que estaba sucediendo y obedeciendo la dirección del Señor, él, su esposa Fabiola, y sus tres hijos se dirigieron hacia Salvador, Bahia, Brasil, donde comenzaron a ministrar y se fundó la iglesia "Caminos a Sión."  Hasta el día de hoy han pasado 20 años bendecidos en la presencia del Señor juntamente con los amados hermanos brasileños que han abrazado la visión y la palabra que el Señor le ha dado.

EL NOMBRE DE LA IGLESIA

El nombre “Caminos a Sión” refleja el deseo de nuestro corazón de caminar en los caminos del Señor para que alcancemos todo lo que Él tiene para darnos (Ex 33:13; Sal 25:4; 103:7; 119:5,15; Pr 23:26; Is 55:8,9; Ap 15:3).  Crecer en esos caminos incluye la meta de transmitir esas verdades a otros para que juntos alcancemos la meta que es nuestro Señor Jesucristo (Sal 51:13; Ef 4:11-13).

NUESTRA VISIÓN

 

Como iglesia tenemos el objetivo de cuidar la vida de las ovejas: - Proveyendo sustento espiritual por medio de la enseñanza de las verdades que el Señor registró en la Biblia para que sean amadas y obedecidas.  Verdades que les daran mayor hambre espiritual y como fruto una vida profunda de oración y adoración en Dios.  - Consejo pastoral para saber el camino de la voluntad divina para cada vida.  - Promover la comunión entre el cuerpo para que juntos crezcamos hasta la cabeza, que es Cristo.

La objetivo de los ministerios de Dios es llevar al cuerpo de Cristo a la madurez del varón perfecto, a la estatura de Cristo (Ef 4:11-15). De esa forma, alcanzarán lo mejor de Dios.  Creemos en el evangelismo, no el transmitido únicamente a través de predicas o panfletos, sino principalmente por medio del testimonio de vidas transformadas. Las Escrituras dicen: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hch 2:47).  Por tanto, buscamos la bendición del Señor y el toque divino para que todos los que sean añadidos puedan convertirse en verdaderos testigos de la verdad de Dios y encontrar en Él la verdadera fuente de vida personal.

NUESTRO PASTOR

 

La Iglesia Caminos a Sión nació el día 12 del mes de Abril de 1997, quando nuestro pastor Luis Barrios, su esposa Fabiola y sus tres hijos llegaron a Brasil como misioneros desde Guatemala.  Ellos llegaron directamente a Salvador, Bahia, seguros de la dirección del Señor.  Ellos han servido al Señor durante más de 42 años, fueron pastores en diferentes lugares de Guatemala y pastorearon también en New Orleans, Louisiana, USA, durante tres años.

Sobre
DÍAS DE CULTO

DOMINGO

Culto de oración, alabanza y enseñanza

9:00 AM a 12:00 PM


MIÉRCOLES
Culto de alabanza y enseñanza

7:30 PM a 9:30 PM

Cultos
BASE DOCTRINAL

DECLARACIÓN DE FE


I.   Creemos en un único Dios, eternamente existente y claramente manifiesto en tres personas: el Padre, el Hijo y el  Espíritu Santo.  Dios es el Creador y Sustentador de todas las cosas, visibles e invisibles.
II.  Creemos en la divinidad de nuestro Señor Jesucristo. Él y el Padre son uno, Él es la manifestación física del ser espiritual del Padre y en Él habita toda la plenitud de Su divinidad.  Creemos en Su nacimiento virginal, en Su vida perfecta, en Su muerte redentora, en Su resurrección corporal, en Su exaltación a la derecha del Padre y Su retorno inminente y personal.
III.  Creemos que el Espíritu Santo es el propio Dios, la parte de Su ser que Él comparte y hace vivir en todos los hombres que creen en Él.  Si alguien no tiene el Espíritu de Dios, que es el propio Espíritu de Cristo, tal persona no es de Él.  El Espíritu Santo es el que opera en los corazones de los hombres y los capacita para vivir una vida santa y de servicio fructífero.
IV. Creemos que el Canon Bíblico, compuesto por el Antiguo y el Nuevo Testamento así como fueron dados originalmente, fue inspirado divinamente.  El posee la autoridad suprema y final en todo lo que enseña y declara.
V.  Creemos que el hombre fue creado a la imagen de Dios y para vivir en comunión con Él.  Pero Adan, el primer hombre, pecó y el pecado pasó a todos sus hijos, de manera que la humanidad fue separada de Su santo Creador y pasó a vivir bajo Su ira.  Pero Jesucristo vino sin pecado y tomó el lugar del hombre pecador, sufriendo todas las consecuencias y juicios divinos, para que aquella relación original fuera completamente restaurada. Los beneficios de ese sacrificio son recibidos únicamente por el arrepentimiento y fe en Jesús. Solo entonces el hombre es libre del juicio de Dios y es capaz de experimentar un nuevo nacimiento para vida eterna.
VI.  Creemos que la iglesia está formada por los verdaderos creyentes nacidos de nuevo, y que su misión sobre esta tierra, teniendo a Cristo como cabeza, es que sean sacerdotes ante Dios y los hombres.  Ante Dios para adorarlo y amarlo. Ante los hombres para compartir con ellos el Evangelio de la Salvación.
VII.  Creemos en la resurrección de todos los muertos.  Toda persona salva recibirá vida eterna y la presencia de Cristo. Todo lo que no sea salvo recibirá condenación eterna en el lago de fuego.
VIII. Creemos que nuestro Señor Jesucristo volverá a esta tierra para casarse con Su iglesia, establecer Su Reino y juzgar a todos los hombres.  Todos los que estan en Cristo recibiran la bendición eterna, pero los impenitentes sufrirán el castigo eterno.  Si una persona cree en la importancia y en las verdades pertinentes a Su Segunda Venida, ni aun las diferencias o errores doctrinales relacionados al tema, hacen con que esa persona pierda su alma.  Estos puntos no excluyen un creyente del Cuerpo de Cristo y, por tanto, no deben también ser motivo para excluirlo del compañerismo.    

LA IMPORTANCIA DE LA ALABANZA


O Tabernáculo de David

 

En el Antiguo Testamento, David descubrió que Dios habita en las alabanzas de Israel, con la propia presencia divina manifestándose entre las alabanzas de Su pueblo (Sal 22:3).  En el libro de Hechos, Santiago relaciona el avivamiento que estaban teniendo en sus días y la converción de los gentiles, con la reedificación del Tabernáculo de David: "Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.” (Hch 15:15-18; Am 9:11,12).
De acuerdo con este mover divino, la iglesia debe ser modelada al patrón que vemos revelado en el Tabernáculo de David.  David fue un hombre según el corazón de Dios (1S 13:14), cuya vida y mensaje profética, revelada en el libro de los Salmos, lo llevaron a descubrir que la morada del Señor (Su Tabernáculo) es formada por todo  creyente que ha entrado a una relación de amor con Cristo.  Tal relación se basa en una vida recta y se expresa por medio de la oración y alabanza.
David pasó tiempos en la presencia de Dios y allí aprendió a ofrecer sacrificios de adoración aceptables. Como sacerdotes neotestamentarios, nosotros tambiém somos llamados a hacer lo mismo (1P 2:5; He 13:15).  El Señor está reconstruyendo y levantando vidas para edificar Su morada por medio de ellas.  Porque todo el que invoque el Nombre del Señor será salvo y será libre de las ataduras del pecado (Ro 10:13).
El Padre celestial busca adoradores que le adoren en Espíritu y en verdad (Jn 4:23). Es por eso que la Iglesia Caminos a Sión enfatiza la alabanza a Dios según el patrón bíblico.  Nuestro deseo no es el de imponer a otros alguna forma de adoración que sea producto de la imaginación humana o resultado de la cultura de un país, nuestro deseo y meta es que seamos modelados al patrón de adoración que es de los cielos.

 

Música y Alabanza

 

Sin lugar a dudas, la música es poderosa en si misma. Basados en eso, reconocemos que el único que nos puede guardar de no caer en la influencia de la música que no es de Dios, es el propio Dios.  Por tanto, nos mantenemos dentro del patrón bíblico del Tabernáculo de David que Él mismo está restaurando.

 

Adoración

 

Reconocemos que aun nos falta mucho para que seamos según el patrón bíblico en relación a la alabanza y adoración, por eso estamos abiertos a aprender del Señor.  Siendo así, vivimos diariamente dos metas:
 1. Pasar tiempo en la presencia del Señor para aprender lo que le agrada y, luego con humildad, cambiar nuestra forma para ser como Él es.
 2. Buscar el socorro divino para no incorporar en nuestra adoración algo que proceda de nuestra mente o de la mente de otros.
Debido a que el Padre busca adoradores que Lo adoren en espíritu y en verdad, no hay duda de que Él ayudará a aquellos que están dispuestos a rendir su corazón para hacer Su voluntad en esa área vital de la vida espiritual.

Doutrina
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